sábado, 4 de agosto de 2012

EL SERVIDOR O SIERVO

Una iglesia crece cuando todos los miembros están ministrando (sirviendo) al cuerpo.
La iglesia es el cuerpo de Cristo y el la cabeza. Un cuerpo no puede desarrollarse correctamente si algún miembro no esta funcionando dentro del cuerpo. Para poder ministrarnos los unos a los otros necesitamos aprender la humildad, no ser egoístas, no confiar en nuestra propia fuerza, es necesario venir a Cristo y crucificar nuestra propia vida y aprender de la humildad de El.
YO pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que sois llamados;
Con toda humildad y mansedumbre, con paciencia soportando los unos á los otros en amor;
Solícitos á guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.
Un cuerpo, y un Espíritu; como sois también llamados á una misma esperanza de vuestra vocación:
Un Señor, una fe, un bautismo,
Un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todas las cosas, y por todas las cosas, y en todos vosotros.
Empero á cada uno de nosotros es dada la gracia conforme á la medida del don de Cristo. Efesios 4:1-7
Es importante que reconozcamos que Dios es Dios de nuestras circunstancias. En cada reunión Dios tiene un propósito para nuestras vidas, no nos trae para entretenernos. El quiere cambiar algo en nuestra vida, pero necesitamos estar sensibles al Espiritu. El quiere que busquemos la voluntad de Dios, y no nuestra propia voluntad. Los deseos de Cristo y su opinión es más importante que nuestros deseos y opiniones. Nuestras decisiones deben de estar de acuerdo en Cristo por el espiritu. Para servir en un ministerio necesitamos ser quebrantados delante del Señor, todos aquellos que queramos militar en un ministerio necesitamos ser quebrantados en la humildad de Jesucristo. Nuestra vida en el Señor no es por nuestra preparación en el intelecto, fuerza, o habilidad, si no es por la gracia del Señor. Empero á cada uno de nosotros es dada la gracia conforme á la medida del don de Cristo.
Solo podremos desarrollar este don, si dejamos que la voluntad de Dios este en nosotros y no nuestra propia voluntad. Necesitamos ser constantes en su palabra, en oración y comunión con su Espiritu para alcanzar este don en nuestra vida.
Necesitamos crecer en una misma cosa, no es posible en nuestra naturaleza humana, pero si todos queremos la voluntad de Dios. El puede guardar nuestra vida, casa e iglesia en la paz.
Os ruego pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros disensiones, antes seáis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. 1Corintios 1:10
Mientras mas cerca estemos de Cristo la unión como miembros del cuerpo nos hará caminar en una completa paz.
Aprendamos el amor ferviente y la humildad de Jesucristo: Porque también éramos nosotros necios en otro tiempo, rebeldes, extraviados, sirviendo á concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y en envidia, aborrecibles, aborreciendo los unos á los otros.
Mas cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres,
No por obras de justicia que nosotros habíamos hecho, mas por su misericordia nos salvó, por el lavacro de la regeneración, y de la renovación del Espíritu Santo.
Tito 3:3-5
Cristo no quiere que funcionemos como asociaciones mundiales, sino que caminemos en un mismo espíritu. Esta es nuestra característica para desarrollarnos dentro de la iglesia, si en verdad queremos desarrollar el don que Dios nos ha dado, necesitamos caminar en humildad y mansedumbre.
Mas Jesús, llamándolos, les dice: Sabéis que los que se ven ser príncipes entre las gentes, se enseñorean de ellas, y los que entre ellas son grandes, tienen sobre ellas potestad.
Mas no será así entre vosotros: antes cualquiera que quisiere hacerse grande entre vosotros, será vuestro servidor;
Y cualquiera de vosotros que quisiere hacerse el primero, será siervo de todos.
Marcos 10:42-44
Y hubo entre ellos una contienda, quién de ellos parecía ser el mayor.
Entonces él les dijo: Los reyes de las gentes se enseñorean de ellas; y los que sobre ellas tienen potestad, son llamados bienhechores:
Mas vosotros, no así: antes el que es mayor entre vosotros, sea como el más mozo; y el que es príncipe, como el que sirve.
Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta á la mesa, ó el que sirve? ¿No es el que se sienta á la mesa? Y yo soy entre vosotros como el que sirve. Lucas 22:24-27
Nadie es mayor porque solo Jesucristo tiene potestad en nosotros. Dios nos enseña como debe ser el gobierno dentro de su iglesia.
El titulo en nuestra vida no es lo importante, sino nuestra relación en nuestra vida con Dios. Porque debemos funcionar en la gracia que Dios que a puesto en cada uno, no resistiendo al Espiritu de Dios.
¿Y piensas esto, oh hombre, que juzgas á los que hacen tales cosas, y haces las mismas, que tú escaparás del juicio de Dios?
¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, y paciencia, y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía á arrepentimiento?
Mas por tu dureza, y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la manifestación del justo juicio de Dios;
El cual pagará á cada uno conforme á sus obras:
A los que perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, la vida eterna. Romanos 2:3-7

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