miércoles, 14 de marzo de 2012


Estamos viviendo un tiempo profético en el que Dios está a punto de comenzar a cumplir sobre toda la tierra una etapa de su propósito eterno. Ec.3:1,17: "Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.... Al justo y al impío juzgará Dios; porque allí hay un tiempo para todo lo que se quiere y para todo lo que se hace.". Salomón, el gran sabio de Israel nos dejó una tremenda revelación sobre el propósito de Dios y como El trabaja para cumplirlo. El Señor estableció que su propósito eterno será plenamente cumplido: Is. 46:10 "Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero". Ya que Dios estableció que su propósito se cumplirá, el tiempo es un factor determinante dentro de su propósito. "Todo tiene su tiempo..." Esto significa que Dios no hace nada ni antes ni después del tiempo determinado, por eso es muy importante conocer el tiempo de Dios.


Cuando estudiamos la palabra de Dios podemos ver que Siete está directamente conectado al tiempo de Dios. Dios, después de haber establecido su reino en los cielos y en la tierra descansó en el séptimo dia (Gn. 2:2). Eso nos habla de un tiempo que Dios usó para crear los cielos y la tierra y establecer su reino y su gobierno sobre ellos.


Noe pasó siete días dentro del arca antes que las aguas del diluvio inundaran la tierra Gn.7:10: "Y sucedió que al séptimo día las aguas del diluvio vinieron sobre la tierra". Gn. 7:11 y 12: "... a los diecisiete días del mes, aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas de los cielos fueron abiertas". Esa fue la primera vez en que las corrientes de las aguas vinieron sobre la tierra y trajeron un juicio sobre el mundo de los injustos (Gn.7:21). Después que la lluvia cesó Noé envió una paloma y cuando ella regresó trayendo una hoja de olivo, el quedó siete días más en el arca hasta que apareció la tierra seca (Gn. 8:11 y 12); y a los veintisiete días del mes, se secó la tierra que había sido inundada (Gn. 8:14). Esta cronología nos habla del tiempo que Dios necesitó para exterminar a los impíos y establecer a la generación de Noé en el gobierno de la tierra (Gn. 9:1).


Josué y todo su ejército derribaron los muros de Jericó, que representaba el mayor impedimento para que el pueblo de israel entrara en la tierra prometida y poseyera su herencia, Canaán, que es la figura del reino de Dios, utilizando siete sacerdotes, siete trompetas, dando siete vueltas al séptimo día alrededor de los muros de la ciudad (Js. 6:1-5; 15 y 16). Este hecho nos habla de un tiempo en que Dios cumplió la promesa que había hecho a Abraham, Isaac y Jacob, que daría a su descendencia una tierra como poseción perpetua.


A través de todos estos acontecimientos vemos un tiempo en que todo lo que Dios no plantó, estableció y aprobó, fue arrancado, derribado y destruido, para que su propósito pudiera ser plantado y establecido. Todos estos hechos comenzaron o terminaron con siete, esto nos revela que debemos estar atentos, porque estamos en un tiempo en que Dios cumple sus promesas, ¡2007 puede ser un tiempo muy especial para su vida!.


Como podemos entender, el siete para Dios no es solo un número más o un número cualquiera, es un número que preestablece un tiempo en su calendario de cumplimiento de propósito. Necesitamos comprender en que tiempo estamos dentro del calendario de Dios. En Su calendario ya estamos en el séptimo día porque de Adán a Abraham tenemos dos días; de Abraham a Jesús tenemos dos días más, y de Jesús hasta hoy tenemos dos días más, por lo tanto, ya pasaron seis días y hemos entrado en el séptimo día.


En este séptimo día las cosas ocurrirán de década en década, o sea, si usted entiende que el reino de Dios vino antes de la iglesia y de los ministerios y por eso es mayor y más importante que todas las demás cosas, y que por esta razón el Señor va a restaurar su reino y su gobieno sobre la tierra, restaurando su iglesia a través de los apóstoles y profetas para cumplir el propóstio de la expansión del reino y el establecimiento de Su gobierno. En esta década del 2007 al 2017, Dios lo llevará a niveles mayores de comprensión sobre su reino como usted nunca tuvo, pero si no entiende quedará fuera por toda esta década de cumplimiento de esta etapa del propósito de Dios. Estamos viviendo un tiempo en que Dios está enviando a sus apóstoles y profetas para la restauración de la iglesia y aquellos que pierden este tiempo, tal vez en la próxima década sus ojos se abran y puedan ser usados por Dios para ayudarlo a cumplir otra etapa de su propósito para aquel otro tiempo, pero si aun sus ojos no fueren abiertos, permanecerán dando vueltas en el desierto hasta morir, y Dios levantará a otros en su lugar, que entiendan su tiempo y su propósito.


Nehemías fue el hombre que Dios usó en su tiempo como un profeta para restaurar a Jerusalén que estaba en ruinas (Neh. 1:4-6; 2:5). Y tan pronto hubo restaurado los muros y las casas en Jerusalén, Dios levantó a Esdrás, como un apóstol para establecer los fundamentos que guiarían la vida del pueblo de Israel en aquella generación; ahora, lo más impresionante es que Dios comenzó a hacer esto en el séptimo mes (Neh. 8:1) el primer día del mes (Neh. 8:2). En cincuenta y dos días la ciudad, que es figura del reino, fue restaurada (Neh. 6:15). Pero en el séptimo mes el Señor comenzó a restaurar a los israelitas que son figura de los justos que reinarán sobre la tierra. Entienda que en una escala de valores el reino es más importante que las demás cosas porque en los días de Nehemías, Jerusalén, que es la figura del reino, fue restaurada primero que las personas. Los justos que serán restaurados por la palabra rhema, o sea, por la palabra revelada que los apóstoles y profetas traen de parte de Dios (Neh. 8:6-8).

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