"Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre
violencia, y los violentos lo arrebatan" Mateo 11: 12
En la lección anterior vimos que había tres cosas que son muy importantes para hacer guerra
espiritual profética.
#1 Nunca entrar en guerra solo (a)
#2 Sujetarse al líder (apóstol, pastor, líder etc.)
#3 Buscar la santidad.
Muchos de los errores de muchas personas son "guerrear" sin el apoyo de un equipo de
intercesión, o sin la cobertura pastoral o apostólica. El mismo profeta Elías creyó que él estaba
solo, pero El Señor tenía siete mil profetas verdaderos, consagrados y enfocados en su
dirección y propósito, por lo tanto Dios evitaría que estos profetas doblaran rodilla ante Baal.
El respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los
hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a
espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida.
Y le dijo Jehová: Ve, vuélvete por tu camino, por el desierto de Damasco; y
llegarás, y ungirás a Hazael por rey de Siria. A Jehú hijo de Nimsi ungirás por rey
sobre Israel; y a Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás para que sea
profeta en tu lugar. Y el que escapare de la espada de Hazael, Jehú lo matará; y
el que escapare de la espada de Jehú, Eliseo lo matará. Y yo haré que queden en
Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo
besaron. 1 Reyes 19: 14-18
Con este ejemplo de Elías, vemos como Dios guarda y protege a sus profetas. En esta guerra
espiritual profética que hizo Elías, no fue porque se le ocurrió, sino por dirección de Dios.
El pueblo de Israel (pueblo de Dios) desde tiempos antes de Elías se había estado torciendo de
los principios y preceptos de Jehová. Cuando el pueblo comienza a buscar ayuda, dirección y
ponen la confianza en cualquier cosa que no sea Dios, sean dioses falsos, personas, lugares,
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